
Del 2 de Octubre a la Fecha:
Geografías de la participación en la juventud Universitaria de México I/II
El pasado 13 de septiembre en ciudad universitaria de la UNAM un grupo de porros instigados por la rectoría de esta universidad se dedicó a hostigar y agredir a alumnos del campus universitario
Malandro Para Kaos en la Red Hoy 18:12 33 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/2-octubre-fecha-geografias-participacion-juventud-universitaria-mexico
-->No al Porrismo
El pasado 13 de septiembre en ciudad universitaria de la UNAM un grupo de porros instigados por la rectoría de esta universidad se dedicó a hostigar y agredir a alumnos del campus universitario, en las facultades de Filosofía y Letras y Economía; saldándose el zafarrancho con más de cuatro horas de conflicto (reportado por varios portales alternativos, entre ellos www.espora.org) y más de siete estudiante lesionado durante estos acontecimientos.
Este “enfrentamiento entre estudiantes” no es una forma nueva en el país de amedrentar a los opositores al régimen de corrupción en el que vivimos. En distintos momentos de la historia de México la juventud universitaria se ha enfrentado con esta forma de represión, una represión que los coloca siempre en el aislamiento y la persecución de sus ideales.
Llevar la violencia a las aulas universitarias como una estrategia para contener el movimiento estudiantil y la protesta ante la ola de aumentos y la posibilidad real de un desempleo generalizado en nuestro país, es adelantarse al crack bursátil en los EEUU y las consecuencias devastadoras sobre la economía de especulación y despilfarro en la que se ha enmarcado la política económica del país.
La participación de la juventud universitaria tiene una lógica territorial y por tanto geográfica en el país, su protesta se ha presentado principalmente en el centro y el sur del país, conteniendo por la vía de la fuerza y la dispersión los movimientos estudiantiles en el norte, noreste y noroeste del país; ejemplo de ello fue la desaparición de la universidad agrícola hermanos Escobar en Ciudad Juárez en 1996.
La estrategia de contención del movimiento social en el norte del país está basada en una permanente campaña mediática que se sataniza a los movimientos sociales del país, al mismo tiempo que se presenta un hostigamiento contra todos aquellos movimientos e individuos que busquen participar de alguna manera independiente y por tanto fuera del aparato de estado.
Una de la formas de control ideológico que ejerce de manera permanente es el desprestigio de los opositores por parte de “radicales” que se asumen aún más puros que cualquiera de los elementos que buscan confrontar al estado, dividiendo con este argumento a la oposición y con ello las posibilidades de aglutinar la fuerza social alrededor de la demanda; esta estrategia ha sido muy socorrida desde la guerra sucia de los años 70’s en el país, mientras se aplicaba una permanente política de desaparición y asesinato de la juventud critica del país.
En años recientes, tras haber fracasado en los hechos la política de contención de la protesta en las universidades, se han alentado de nueva cuenta al porrismo, pero ahora disfrazado de un halito “académico” en el que alumnos escogidos exprofeso para que se dediquen sistemáticamente a descalifican a quienes se oponen a un conjunto de medidas de corte generencial en las universidades.
Al invadir la política de las certificaciones a las universidades, estas instituciones de manera obediente y con la complicidad de los rectores en turno, han retomado la iniciativa de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) como medida no sólo para estandarizar los procesos, sino además como una estrategia para justificar la caída sostenida del presupuesto de las universidades públicas del país.
La transformación de las demandas de la juventud universitaria, de protestas de corte economicista y de reivindicación ha pasado a ser de índole ideológico, con fuerte arraigo en las demandas de democratización de las universidades y libre cátedra de los profesores, aspectos que nos indican que la protesta de los estudiantes está tomando un nuevo giro a partir de la movilización social abierta.
La respuesta del gobierno mexicano no ha sido, ni por asomo, de apertura, por el contrario, se ha insistido en el encono y la confrontación como forma de asegurar que las políticas empresariales en las universidades al insistir por el camino de la certificación basada en la infraestructura (baños, aulas y pupitres) como si esto fuese suficiente para elevar los índices de “calidad” en la educación, una afirmación que nos coloca en una relación que por mucho dista de ser lineal.
La transformación de las condiciones en las que aprenden los alumnos y enseñan los profesores, parte, principalmente, de una permanente preparación de la planta docente y de la reflexión intensa de los planes y programas de estudio, y no es, ni por asomo, resultado de un puñado de formatos administrativos que ocultan, en los hechos, por la vía del pago de servicios a los organismos certificadores las deficiencias de las instituciones certificadas.
La geopolítica que se dibuja desde la juventud universitaria nos permite observar, por una parte una táctica descarnada del gobierno mexicano, en la que se insiste en aislar y doblegar a los movimientos sociales por la vía del silencio y el transcurrir del tiempo; y por la otra, un movimiento juvenil universitario que no termina de desarrollar un discurso que aglutine un descontento social generalizado en el país y del cual los estudiante no son ajenos.
Malandro Para Kaos en la Red Hoy 18:12 33 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/2-octubre-fecha-geografias-participacion-juventud-universitaria-mexico
-->No al Porrismo
El pasado 13 de septiembre en ciudad universitaria de la UNAM un grupo de porros instigados por la rectoría de esta universidad se dedicó a hostigar y agredir a alumnos del campus universitario, en las facultades de Filosofía y Letras y Economía; saldándose el zafarrancho con más de cuatro horas de conflicto (reportado por varios portales alternativos, entre ellos www.espora.org) y más de siete estudiante lesionado durante estos acontecimientos.
Este “enfrentamiento entre estudiantes” no es una forma nueva en el país de amedrentar a los opositores al régimen de corrupción en el que vivimos. En distintos momentos de la historia de México la juventud universitaria se ha enfrentado con esta forma de represión, una represión que los coloca siempre en el aislamiento y la persecución de sus ideales.
Llevar la violencia a las aulas universitarias como una estrategia para contener el movimiento estudiantil y la protesta ante la ola de aumentos y la posibilidad real de un desempleo generalizado en nuestro país, es adelantarse al crack bursátil en los EEUU y las consecuencias devastadoras sobre la economía de especulación y despilfarro en la que se ha enmarcado la política económica del país.
La participación de la juventud universitaria tiene una lógica territorial y por tanto geográfica en el país, su protesta se ha presentado principalmente en el centro y el sur del país, conteniendo por la vía de la fuerza y la dispersión los movimientos estudiantiles en el norte, noreste y noroeste del país; ejemplo de ello fue la desaparición de la universidad agrícola hermanos Escobar en Ciudad Juárez en 1996.
La estrategia de contención del movimiento social en el norte del país está basada en una permanente campaña mediática que se sataniza a los movimientos sociales del país, al mismo tiempo que se presenta un hostigamiento contra todos aquellos movimientos e individuos que busquen participar de alguna manera independiente y por tanto fuera del aparato de estado.
Una de la formas de control ideológico que ejerce de manera permanente es el desprestigio de los opositores por parte de “radicales” que se asumen aún más puros que cualquiera de los elementos que buscan confrontar al estado, dividiendo con este argumento a la oposición y con ello las posibilidades de aglutinar la fuerza social alrededor de la demanda; esta estrategia ha sido muy socorrida desde la guerra sucia de los años 70’s en el país, mientras se aplicaba una permanente política de desaparición y asesinato de la juventud critica del país.
En años recientes, tras haber fracasado en los hechos la política de contención de la protesta en las universidades, se han alentado de nueva cuenta al porrismo, pero ahora disfrazado de un halito “académico” en el que alumnos escogidos exprofeso para que se dediquen sistemáticamente a descalifican a quienes se oponen a un conjunto de medidas de corte generencial en las universidades.
Al invadir la política de las certificaciones a las universidades, estas instituciones de manera obediente y con la complicidad de los rectores en turno, han retomado la iniciativa de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) como medida no sólo para estandarizar los procesos, sino además como una estrategia para justificar la caída sostenida del presupuesto de las universidades públicas del país.
La transformación de las demandas de la juventud universitaria, de protestas de corte economicista y de reivindicación ha pasado a ser de índole ideológico, con fuerte arraigo en las demandas de democratización de las universidades y libre cátedra de los profesores, aspectos que nos indican que la protesta de los estudiantes está tomando un nuevo giro a partir de la movilización social abierta.
La respuesta del gobierno mexicano no ha sido, ni por asomo, de apertura, por el contrario, se ha insistido en el encono y la confrontación como forma de asegurar que las políticas empresariales en las universidades al insistir por el camino de la certificación basada en la infraestructura (baños, aulas y pupitres) como si esto fuese suficiente para elevar los índices de “calidad” en la educación, una afirmación que nos coloca en una relación que por mucho dista de ser lineal.
La transformación de las condiciones en las que aprenden los alumnos y enseñan los profesores, parte, principalmente, de una permanente preparación de la planta docente y de la reflexión intensa de los planes y programas de estudio, y no es, ni por asomo, resultado de un puñado de formatos administrativos que ocultan, en los hechos, por la vía del pago de servicios a los organismos certificadores las deficiencias de las instituciones certificadas.
La geopolítica que se dibuja desde la juventud universitaria nos permite observar, por una parte una táctica descarnada del gobierno mexicano, en la que se insiste en aislar y doblegar a los movimientos sociales por la vía del silencio y el transcurrir del tiempo; y por la otra, un movimiento juvenil universitario que no termina de desarrollar un discurso que aglutine un descontento social generalizado en el país y del cual los estudiante no son ajenos.
Referencia:
www.espora.org Portal del Movimiento Social en México
www.indymedia.org Agencia de comunicación alternativa

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