De: Graciela Z. Camacho
Para: Grandes Montañas
México 28 de octubre, 2008
Se acerca la temporada de los “muertos”, hace 8 días que me fui a Puebla con la pintora Martha Sotomayor, constaté que los campos están repletos de flores amarillas que hacen lucir los campos iluminados y primorosos, el famoso cempasúchil que luce tan bello pero que huele tan mal.
Los que tuvieron ya la suerte de dejar este espacio, no se preocuparan de la crisis económica mundial y les importara un ajo si los que aquí seguimos podremos vivir lo que nos quede con estrechez o con holgura, si tendremos renovación moral o si seguirá esta decadencia que a la par que el dólar va cuesta abajo a toda velocidad.
He oído tantos y tantos malos augurios, que la neta creo que son los muertos los que nos deben poner una ofrenda por el valor que tenemos de seguir vivos en un mundo tan lleno de toda clase de miserias.
¿Qué donde está ese optimismo que muchos creen que tengo?-----se me acabó y la culpa la tienen no solo uno, ni dos, ni tres, la culpa es de la información.
De los constantes mensajes que bombardean mi “mail” o que leo en los periódicos, ya no deseo saber, ni cuantos niños se roban, ni de secuestros, ni quien se muere de esto o de lo otro, ni de cómo hemos acabado con el planeta, de que ya no tendremos agua, ni gas, ni comida suficiente, ni me importa saber si lo zetas son parte del gobierno y acabaran drogando a todos lo jóvenes y violando a todas las niñas.... estoy harta de basura. Así que leeré solo las cosillas interesantes, rezaré pero no por las amenazas de que si desconozco a Dios, Él no me reconocerá e iré al infierno....
¡¿habrá otro peor?¡---no lo creo. Tendré mucho cuidado con quienes platico y de qué, buscaré a las personas optimistas , amables, cariñosas y tranquilas, comeré lo que me gusta no importa que tantos kilos tengo de mas, dormiré lo mas que pueda pues ese es mi estado ideal, la pereza le ganó ya a la gula y la lujuria, pecados que con moderación son altamente satisfactorios. Pensaré positivamente no importándome que tantos malos augurios me cuenten por ahí y solo veré el bien en todos, aunque sean a la vista de los demás, personas “non gratas” o tengan tal o cual defecto, las hostilidades no me derrotaran, por unos cuantos que me las apliquen, existen muchos mas que solo bondad y amor me dan, en fin, que mientras llega mi retiro total,, no escucharé ni veré nada que me produzca, angustia, dolor o tristeza que luego se convierten en enfermedad.
Sí, celebremos a nuestros muertos con la alegría de saber que están muchísimo mejor que nosotros y esperemos con esa misma alegría el momento en que nosotros, por nuestros buenos actos en la vida seamos bien recordados, como yo ahora recuerdo a mi abuela, a mis padre, a mi esposo y tantos y tantos mas con los que compartí la alegría del bien vivir.
Los que tuvieron ya la suerte de dejar este espacio, no se preocuparan de la crisis económica mundial y les importara un ajo si los que aquí seguimos podremos vivir lo que nos quede con estrechez o con holgura, si tendremos renovación moral o si seguirá esta decadencia que a la par que el dólar va cuesta abajo a toda velocidad.
He oído tantos y tantos malos augurios, que la neta creo que son los muertos los que nos deben poner una ofrenda por el valor que tenemos de seguir vivos en un mundo tan lleno de toda clase de miserias.
¿Qué donde está ese optimismo que muchos creen que tengo?-----se me acabó y la culpa la tienen no solo uno, ni dos, ni tres, la culpa es de la información.
De los constantes mensajes que bombardean mi “mail” o que leo en los periódicos, ya no deseo saber, ni cuantos niños se roban, ni de secuestros, ni quien se muere de esto o de lo otro, ni de cómo hemos acabado con el planeta, de que ya no tendremos agua, ni gas, ni comida suficiente, ni me importa saber si lo zetas son parte del gobierno y acabaran drogando a todos lo jóvenes y violando a todas las niñas.... estoy harta de basura. Así que leeré solo las cosillas interesantes, rezaré pero no por las amenazas de que si desconozco a Dios, Él no me reconocerá e iré al infierno....
¡¿habrá otro peor?¡---no lo creo. Tendré mucho cuidado con quienes platico y de qué, buscaré a las personas optimistas , amables, cariñosas y tranquilas, comeré lo que me gusta no importa que tantos kilos tengo de mas, dormiré lo mas que pueda pues ese es mi estado ideal, la pereza le ganó ya a la gula y la lujuria, pecados que con moderación son altamente satisfactorios. Pensaré positivamente no importándome que tantos malos augurios me cuenten por ahí y solo veré el bien en todos, aunque sean a la vista de los demás, personas “non gratas” o tengan tal o cual defecto, las hostilidades no me derrotaran, por unos cuantos que me las apliquen, existen muchos mas que solo bondad y amor me dan, en fin, que mientras llega mi retiro total,, no escucharé ni veré nada que me produzca, angustia, dolor o tristeza que luego se convierten en enfermedad.
Sí, celebremos a nuestros muertos con la alegría de saber que están muchísimo mejor que nosotros y esperemos con esa misma alegría el momento en que nosotros, por nuestros buenos actos en la vida seamos bien recordados, como yo ahora recuerdo a mi abuela, a mis padre, a mi esposo y tantos y tantos mas con los que compartí la alegría del bien vivir.

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